LENGUA ESPAÑOLA I. INTRODUCCIÓN. Origen y evolución del Español
PROF. ANA LUISA MORÁN
El mozárabe fue desapareciendo poco a poco, durante
la Reconquista e incorporar a los reinos
cristianos que adoptaban sus lenguas romances. Uno de estos romances será el
que da lugar a la lengua Castellana. El Castellano, es el dialecto de un
pequeño rincón de la frontera oriental del reino leonés.
Los
temas que se publicarán en este blog, atienden a la construcción de una página
con interés académico para el desarrollo
de los contenidos planificados en el Programa de la asignatura Lengua Española
I, correspondiente al Currículo de la carrera
de Educación Integral y
Pre-escolar.
El
principal propósito de estas páginas es proporcionar una herramienta al alcance
de todos los participantes del proceso de enseñanza-aprendizaje, especialmente
un medio auxiliar al estudiante.
LENGUA
ESPAÑOLA I
La
asignatura Lengua Española I ha sido diseñada para proporcionar una enseñanza
de la lengua materna que propicie el desarrollo de las potencialidades del
pensamiento y la competencia comunicativa, a través de la interacción social y
el empleo de los códigos lingüísticos del individuo participante. Se debe
entender el lenguaje como esa capacidad de conformar y transformar experiencias
y vivencias en formas comunicativas, por consiguiente, el estudiante
universitario, debe tomar conciencia de la importancia del lenguaje en la vida
diaria, como instrumento de comunicación y enriquecedor de su personalidad. Sin
un conocimiento adecuado de la lengua, no es posible llegar al desarrollo
integral de la personalidad, puesto que la lengua es necesaria para el
desarrollo de las potencialidades intelectuales, la transformación de valores,
la formación de actitudes y para un buen desempeño en la vida social.
Por
esto, su desarrollo y dominio resulta de particular interés para la educación y
de indiscutible necesidad en el acceso al conocimiento de las diferentes
materias del currículo de las carreras de Educación Pre – Escolar y Educación
Integral.
Tomando
en cuenta el sentido práctico del programa no se enumerarán y jerarquizarán los
contenidos, como se hace generalmente en los diferentes programas de
asignatura. Lo imprescindible en este diseño no radica en las informaciones o
conceptos teóricos que memorice el estudiante, sino en la práctica del
lenguaje, es decir, en la constante ejercitación de las funciones básicas del lenguaje:
hablar y escuchar, leer y escribir. Si fuese necesario, referirse a un
contenido determinado, se considerará como un sustento adecuado para la
explicación de las actividades prácticas.
A
este respecto el programa se conforma de cuatro unidades:
Unidad
I: Universalidad de la Lengua Española
Unidad
II: Expresión y creación Lingüística
Unidad
III: La Oralidad
Unidad
IV: La Escrituralidad
UNIDAD
I. Universalidad de la Lengua Española
Objetivo
general: Comprender
la importancia de la Lengua Española a nivel mundial.
Objetivo específico: Analizar los factores históricos que
han influido en la lengua española.
Contenido: Origen y evolución del castellano: el
latín. Nacimiento del romance. Unidad del español. El español de España. Las
viejas lenguas. Extensión del español como lengua universal.
ORIGEN
Y EVOLUCIÓN DEL CASTELLANO
Ana Luisa Morán
Las
lenguas anteriores a la romanización
En el siglo II a.C.
antes de la llegada de los romanos, las lenguas más extendidas en la Península Ibérica eras:
·
Las
lenguas célticas de origen indoeuropeo que, aunque desaparecieron, dejaron
préstamos en el latín que llegaron hasta el castellano, como berro o brezo.
·
Las
lenguas iberas no indoeuropeas, emparentadas con las lenguas camíticas del
norte de África y que también desaparecieron.
·
El
vasco, lengua de origen incierto, que ha pervivido hasta nuestros días y de la
que proceden términos como izquierdo o chaparro.
·
Otras
lenguas minoritarias: las lenguas de los púnicos (cartagineses), los fenicios y
los tártaros.
La
romanización en la península Ibérica
En el año 218 a.C. Roma
emprende la conquista de Hispania. Comienza el lento proceso de la romanización
de la península Ibérica. De todas las lenguas que existían en la Península
Ibérica antes de la dominación romana, y que por ello se les llama prerromanos,
solo una quedó en pie y ha llegado viva hasta nuestros días: el euskera. La
romanización comienza el lento proceso, el ejército romano que venía a combatir
contra los cartagineses en la lucha que la ciudad de Roma sostenía contra
estos. Así comenzó una dominación que duraría más de seis siglos.
Hispania fue declarada
en seguida provincia romana y sus conquistadores dotados de un gran sentido
práctico y talento organizador, fueron colonizando la mayor parte del territorio y explotando los
recursos naturales y humanos. Los hispanos que se vieron obligados a incorporarse al modo de vida
implantado por los romanos tuvieron que aprender entre otras muchas cosas,
el idioma.
Como la ciudad de
Roma está situada en la región del Lacio
(Latium) –que fue la primera frontera de la expansión romana- su lengua se ha
llamado latina. Los territorios conquistados se integran en la estructura del
Imperio, y poco a poco, adoptan el latín vulgar, hablado como lengua común. Las
antiguas lenguas prerromanas se fueron
relegando al ámbito familiar hasta su abandono total, a principios de la Edad
Media. Seguramente el golpe
decisivo contra las lenguas indígenas
fue la conversión de los hablantes cristianos, ya que la iglesia adoptó el
latín como la lengua de la vida religiosa e intelectual.
Orígenes
del idioma Español
Como ya se había
mencionado, la base del idioma Español es el latín; propagado en España desde
el siglo III a. C., que se opuso a las
lenguas Ibéricas y al vasco. Los
abundantes documentos que nos quedan del latín provienen de los textos
literarios. Pero si queremos conocer los verdaderos orígenes de nuestra lengua
tenemos que imaginar cómo hablaban los
hombres y mujeres del imperio.
Efectivamente, las
lenguas romances no derivan del latín escrito en la literatura, sino del latín
hablado en las calles y en las plazas. Y las diferencias entre una y otra
variedad lingüística son importantes. En el aspecto fónico el latín literario
diferenciaba diez vocales (cinco largas y cinco breves) y esa longitud de la
vocal podía modificar el significado de una palabra. El latín oral reemplazó
esa distinción por el acento de intensidad, que persiste como rasgo distintivo
de nuestra lengua. En el plano morfológico los sustantivos y los adjetivos se
declinaban, lo que significa que adoptaban una terminación diferente según cuál
fuera la función que desempeñaban en la oración.
Esta característica del
latín literario era reemplazada en el latín oral por un aumento en la cantidad
de preposiciones, tal como sucede en el castellano actual. En lo referente al
aspecto sintáctico, el latín literario empleaba con frecuencia el hipérbaton en
tanto que el latín oral ordenaba la oración con una regularidad casi constante
y similar a la de nuestra lengua. Una relación lógica, si se tiene en cuenta
que una lengua evoluciona y se modifica con mayor dinamismo en su variante oral
que en la escrita.
La
fragmentación del latín
El latín vulgar
presentaba modalidades distintas según los lugares, la fecha del comienzo de la
conquista de un territorio determinaba que en su lengua hubiese rasgos más
arcaicos o más modernos. Otro factor influyente era la procedencia, de una
región u otra itálica. Otra era, naturalmente, la lengua nativa de los habitantes
sometidos, que introducían algunos de sus hábitos de pronunciación y parte de
su vocabulario en el latín que ellos hablaban.
Pero al llegar el siglo
V la invasión de todas las provincias romanas de Occidente, por los pueblos
germánicos, aisló cada provincia de las demás y fue tomando más fuerza el latín
hablado en cada una de ellas. Durante la época visigoda creció el vulgarismo en
el latín hablado en la Hispania debido al descenso del nivel cultural y el
aislamiento. A partir de ese momento se puede hablar de la existencia de unos
dialectos del latín hispánico que dan origen a las denominadas
lenguas romances en la Península Ibérica. Sin embargo, hasta pasados varios
siglos no se conforman los diferentes dialectos. Alrededor del año 950, dos
tercios de la península están en manos
de los musulmanes.
En
todo Al Andalús la lengua oficial de los dominadores es, el árabe; los habitan
usan el latín vulgar. Los hispanos que habitaban en territorio árabe se conocen
como mozárabes, también la lengua se denominaba así. En ella están redactados
los primeros textos literarios en lengua romance: las jarchas (composiciones
escritas en alfabeto árabe, pero que transcritas corresponden a una legua
arábigo-andaluza).
El mozárabe fue desapareciendo poco a poco, durante
la Reconquista e incorporar a los reinos
cristianos que adoptaban sus lenguas romances. Uno de estos romances será el
que da lugar a la lengua Castellana. El Castellano, es el dialecto de un
pequeño rincón de la frontera oriental del reino leonés.
DEL
CASTELLANO AL ESPAÑOL
Existe una polémica en torno
a la denominación del idioma, el término español es relativamente reciente,
según señala Huidobro, J. (2000) y no es admitido por los muchos hablantes bilingües del estado Español, pues
entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán, vasco,
idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades
autónomas respectivas. Por el contrario en los países hispanoamericanos se ha
conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de
entender como sinónimos los términos castellano y español.
Volviendo a sus orígenes, la
primera noticia que se tiene de la
existencia de un dialecto castellano corresponde al siglo X. A medida que
Castilla aumentaba su poder político y
la Reconquista avanzaba, el castellano se enriqueció con nuevos vocablos. Esto
debió ocurrir sobre todo en el mozárabe que enriqueció la originalidad del
castellano con la incorporación del arabismo. Todavía hoy, numerosas palabras
del árabe dan a nuestra lengua un matiz
exótico y se ha calculado un 8% el total de arabismos en nuestra lengua.
Pero el momento decisivo de
la unificación y fijación del castellano llega en el reinado de Alfonso X
el Sabio, que mandó a componer en
romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y legales.
El castellano medieval desarrolló un gran número de fonemas que hoy han
desaparecido. Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las
declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función
de las palabras en la oración. Los adjetivos posesivos iban precedidos de
artículos.
Del mapa lingüístico
medieval ibérico surgieron variedades lingüísticas que algunas se convirtieron
en lenguas y otras, con el paso del tiempo, se transformaron en dialectos de
algunas de ellas. El castellano del siglo II ya era la lengua de los documentos
notariales y de la Biblia, a partir de allí el castellano se constituye en un
instrumento útil de expresividad. Por esta misma época, Antonio de Nebrija
había escrito la primera gramática (1492) que establece una normativa a seguir.
EL
ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO
En el año 1713 se fundó la
Real Academia Española por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco marqués
de Villena. Felipe V aprobó su constitución el 3 de octubre de 1714. Su primera
tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma se
habían hecho. El propósito de la RAE fue “fijar las voces y vocablos de la
lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza”. La institución ha
ido adaptando sus funciones a los tiempos que le ha tocado vivir. Actualmente,
y según lo establecido por el artículo primero de sus Estatutos, la Academia “tiene como misión
principal velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a
las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en
todo el ámbito hispánico.
El español es, por número de
hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas
tan distantes existe una cierta uniformidad en el nivel culto del idioma que permite
a las gentes de uno u otro lado del Atlántico. Las mayores diferencias están
concentradas en la entonación.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Huidobro, J. (2000) Origen y evolución del Español.
Madrid: Editorial Ayamonte.
La Enciclopedia
del Estudiante (2006) Lengua I, Buenos Aires, Editorial Santillana
Núñez, A. (comp) (1999) Lengua Española. Venezuela:
Fundación UPEL-IMPM
Seco, M. (1999) Gramática esencial del español. España:
Espasa-Calpe Editorial.
Seguidamente se presenta un video, te recomiendo verlo para refrescar tus ideas a través de las imágenes.
Fuente: You tube
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